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sub silences

sub silences
E C O

mute your die

mute your die
sub silence

Wednesday, October 18, 2006

polvo
?



Dos lágrimas surgieron al cabo de un incómodo silencio
No dije nada
Tus ojos parecían deshacer una extraña sal
Tu mano hacía un movimiento débil,
Creí que basilaba, acaso así simbolizas el adiós

Nos alejamos después del paseo en la ciudad del clima frío,
De lánguidos escenarios,
que adolecían en sueños,
condenados por pasos descuidados.

¿Por qué no quedamos sonriendo a propósito de la ingenuidad
De las gotas que nos perseguían?

Es mi ciudad un túnel, en el que no hay fondo,
Que comparte el vacío común
Una pupila que retrata tu soledad,
Porque así es el túnel, recóndita tiniebla
En donde los ruidos suenan agudos,
Las luces escasean, los otros:¡Más!
Que algún curioso visita pero debe atravesar,
Una ciudad desnuda en el miedo que es verdad e inocencia.
Grabas tu nombre y luego te marchas de ese muelle solo
Como acostumbrado está, como tu pupila
Que es la sombra de algún túnel.




















n

Así dijo una voz masculina pocos segundos después de la frase en que T pedía que imagináramos un cepelio!

Un día Leticia y yo dijimos en tono sarcástico algo sobre funerales, coincidimos en que no queremos que nos entierren, para qué?, si ya estás muerto!
I
No sé si sueño, solo observo.

II
Guiñe un rayo de sol a lo claro del agua, es escenario apaciguado que descara belleza, las aves por ejemplo saben elogiarlo con su canto pueril.
A pocos metros le contempla el verde húmedo que aguarda la brisa en sus entrañas. Los pies descalzos deleitan los cuerpos al filtreo de la brisa en el viento, inocencia de tus plantas.

III
 no saben bien lo que hacen, predican tradiciones, alimentan corazones con la esperanza en un algo que los exhima, hieráticas mentes que protegen un todo que es el corazón. Sus pasos muelles y escasos, indecisos por inercia, se detienen detrás del hueco en el verde húmedo. Guardarán lo que no tiene caso guardar, y suspiran, y se miran reafirmando su dolor que es tranquilidad, y no encuentran palabras que regocijen sus almas, y la pena no se hace esperar. Puedes notar en sus ojos el miedo, la duda, la soledad y todo lo que quieras hallar.

VI
El vendabal distráe sus cotones frágiles, claros, pero no menos que sus almas. Así, deciden iniciar aquello que ha terminado. Un ridículo hombre!, por excelencia soberbio, mira excleso libro en tre sus manos, parece que tuviese razón, acaso es su ajuar motivo de la admiración de sus semejantes, él porta la cruz en sus prendas y hasta en sus manos sucias.

V
Mira tu rostro!, tu pálida piel.
Los párpados cesaron lo que talvez fué.

Tus manos seducían a las blancas, a las negras,
con su danza elegante
palpando el beso suave al final de la frase:

Y la sangre ardía recorriendo tu ser, Aproximaba el éxtasis
Y en un suspiro suspendiste tu alma,
Una sonrrisa, un gemido perenne
Que te hizo volver, dejar el instante al que llaman “ahora”.
La temida pausa al zumbido que todo ser guarda bajo su pecho,
Siseó tu nombre, cesó tu aliento.

VI
Y en la orilla, al claro del agua, sucumbe un ave, ha visto pocas lágrimas, pocos seres, llenos de lamento abrigando sus miradas que se disfrazan de serenidad.
 persinan un cuerpo que se pudre, bendicen piltrafas y así sus temores callan. Los distráe el salto inquieto de algún ave que lo vió todo, lo que llaman realidad, lo que quizá no sea un sueño, pero el no lo sabe, solo observa.

tocadiscos de burbujitas

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Lolly pöp

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Eliani y Valeria (Lali y astronauta)

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Mis sobrinas que me llaman Sebastiána